Viernes, 11 de junio de 2021.- La sesión especial de ayer en el Concejo Deliberante terminó a las 21:30 aproximadamente, sin que pudiera realizarse en realidad.

El reglamento indica que los concejales tienen que dirigirse la presidencia y no pueden cruzarse entre ellos, y que la Presidencia no interviene en ninguna discusión, no tiene voz ni voto.

Ocurrió todo lo contrario: los concejales de pie, a los gritos (todos contra todos), y el viceintendente Guillermo Galván hablando también, como si fuera un concejal que no lo es.

La piedra de la discordia fue el pedido de remoción del Prosecretario Marcos Van Muylem, al cual el Bloque PJ le perdió confianza.

En el bochorno de ayer, violaron todo el reglamento de sesión, siendo responsables los concejales y la pésima conducción de Guillermo Galván en todo esto.

Los empleados del Concejo, con alarma, vieron que violaban las normas sanitarias, y los precarizados PEM, que esperaban una norma para que les aumenten el sueldo, no tuvieron respuesta.

¿Cuál es el futuro del Concejo Deliberante de la Capital? No se sabe. Estamos ante una institución fallida, que no está en condiciones de funcionar.